A veces las ideas no nos llegan a tiempo, aumentando el margen de error de tus acciones; dar esa respuesta a tiempo es algo fundamental en nuestras vidas, y no tan solo dar una respuesta sino dar la respuesta correcta en el momento correcto.
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Pasamos toda nuestra vida equivocándonos y error tras error nos hacemos expertos en ellos y aprendemos a como dominar esos demonios a tiempo para que no lleguen a hacernos daño. Hay quienes tratan la vida entera de ser mejores, de no equivocarse, de comenzar nuevos y mejores proyectos, de hacer o no hacer cosas para nosotros mismos que supuestamente vamos a incluir en nuestras vidas o a aplicar en un futuro no muy lejano como son: Dietas, gimnasio, estudios, cambiar, mejorar etc. Todas esas metas que a veces no se cumplen porque realmente no nos decidimos hacerlas.
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El error esta en que si realmente tomáramos la decisión y vamos hacia ese objetivo no hay nada y absolutamente nada que no podamos cumplir, pero no lo hacemos, empezamos muy bien pero nos cansamos y nos damos por vencido muy fácil. Lo primero que debemos de hacer para aprender a superar este error es que no debemos perder la persistencia, ser consistente en lo que haces te hará llegar hacia tu objetivo, sea cual sea y por mas lejos que este se encuentre.
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Reconocer que tenemos el pleno y absoluto control de lo que pensamos y hacemos, es decir somos dueños de nuestro futuro y no hay excusas ni quejas alguna que pueda contradecir que con la ayuda de Dios tenemos el sumo control de todo lo que nos rodea.
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Quizás el tiempo de respuesta de una acción coherente, con sentido y sobre todo consistente se reduzca cuando dominemos esto que te guiara a saber que.
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Según hacemos, según pensamos, según vivimos....